miércoles, 4 de noviembre de 2009

El Camino de Chatntiago.

Existen variopintos  motivos para emprender el Camino de Chatntiago. Para unas personas será el deseo de  lo desconocido, para otras el deseo de soledad compartida, para algunas más tal vez el afán de aventura y para muchas sin duda una huida temporal del mundo que las empequeñece. Siempre habrá quien se ponga al camino en busca del espíritu religioso-festivo del mismo. Para todas será una experiencia inolvidable, pero seguramemte dolorosa en algún punto del Camino.
Debe emprenderse el Camino en soledad, es la mejor manera de encontrarse con uno mismo. No obstante a lo largo del recorrido entre mimosas, castaños, carballos, nieve, neblina o matojos, encuentras personas que te acompañan, todas ellas con la misma necesidad de andar que tú y todas ellas con parecidos motivos para emprender el viaje.
Y así, puedes encontrarte con ese grupo de gente que se ha agrupado durante el trayecto, alegres, dicharacheros y en quien aparentemente no encuentras pecados como para mortificarse con la dureza del Camino; saludas, charlas un ratito, hola y adiós y continúas andando. Más allá encuentras al solitario, taciturno, mirada en el suelo y a quien saludas pero que no le quitas una palabra ni por orden judicial, que no admite bromas, bien por carecer del suficiente sentido del humor, bien por tener un concepto demasiado extricto del Camino de Chatntiago. Suelen ser personas con algún profundo resquemor, con inseguridades, tal vez afectados por el largo recorrido de la vida; deséales que se curen , continúa y encontrarás a aquella persona siempre amable, siempre halagadora, siempre dispuesta a disimular su dolor enmascarándolo, pero que pretende caerte bien a toda costa para que la acompañes un rato en su soledad. Sé amable, pero evita sus halagos, hay gente que roba energía y te hará falta, queda mucho trayecto.

Al seguir andando te encontrarás también con aquella persona que te acompañe un rato, pero que permite que te alejes y charles con otros caminantes, al tiempo que permanece allí por si necesitas agua o calcetines nuevos. Los calcetines son muy importantes para el caminante. Sin rayas. Puedes alejarte, en la confianza de que volverás a encontrarlo.
Mientras tanto te encontrarás con tipos diferentes de personajes; permíteme que haga hincapié en el cazador que siempre ojo avizor, vigilando a la presa más vulnerable o aquella que considera plato más apetecible, se muestra amable, en el refugio te ofrecerá todo lo que su mochila contenga; te ofrecerá incluso su calor corporal. Un perfecto caballero. El Camino tiene sus peligros, pero no es ese el mayor de ellos; los cazadores siempre se les distingue porque no pueden disimular su escopeta. Puedes elegir su calor o taparte con una manta.
Tendría más cuidado con aquella persona que has dejado atrás, que vuelve a aparecer y que kilómetro a kilómetro se hace más cercana, comparte tus inquietudes, y transita contigo cada vez más tiempo.
Cuando os habéis separado, lo buscas detrás de cada recodo, de cada árbol centenario, delante de cada mochila cargada de vida y alguna vez has podido pensar que sería bonito que pudiera ayudarte con la tuya.
Pero un día desaparece a las puertas de la Catedral y cuando vuelves a saber de él seguramente tu mochila ya está descargada y pesa mucho menos.
No debemos perder de vista que el Camino de Chatntiago, es una excepción en la vida y no es la vida.
Puedes recorrerlo, pero has de volver a casa.


Orense a TT

2 comentarios:

  1. Cesar... me ha encantado tu Camino de Chatntiago, tienes mucha razón. Nos podemos encontrar con toda clase de personas mientras andamos por el, pero cada una de ella nos dejara su huella. Alguna sera buena, otra no tanto, pero aprenderemos algo de todo el que nos alcance.

    Personalmente.. me duele que desaparezcan un dia, pero me alegra muchisimo mas que vuelvan a aparecer en algun momento.

    Y por supuesto.. hay que volver a casa, pero no hay que desestimar la idea de volver acompañado con alguien que merezca la pena.

    Besitos

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  2. Cierto, siempre merece la pena el camino porque en él hay personas..pero no debemos dejar que vivamos permanentemente en el camino, que para eso hacemos esas hermosas casas!

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