Pazo de Galegos
Al acabar degustamos una botella de Albariño advirtiéndones Don Manuel que sus vinos no eran maricas, no sabían a manzana a melocotón ni a plátano, lo que sastisfizo plenamente a mi amigo Manolo que aprovechó para despotricar sobre los procesos que alteran el natural sabor del vino. A Carmen le pareció que el vino estaba poco frío y a mí me pareció que estaba demasiado frío. Matices.
El vino sin duda es excelente, suave, pero largo en boca, fresco, su acidez perfectamente amansada, de color amarillo pajizo con recuerdos frutales. Pide un segundo trago al instante. A medida que el vino tomaba más temperatura, se apreciaban más intensamente la suave gama de frutas de huerta. Creí poder distinguir un vago recuerdo a claudias maduras de las que robaba en mi infancia. Dos nuevos huéspedes se presentaron para catar los vinos y don Manuel les ofreció un curioso tinto, mencía, con denominación de Origen Rías Baixas. No pude evitar la tentación de pedirle una copa que me fue servida al instante. La curiosidad me pudo, jamás había probado un mencía producido en esos terrenos. Rojo cereza, no muy intenso, persistente en boca y frutal, notándose la crianza en barrica pero no demasiado. Un vino con las virtudes propias de la frescura y de la crianza, en su justo medio.
Ya os dije que la tarde había merecido la pena. Si alguna vez pasáis por Vedra, o hacéis el Camino de la Plata, no podéis dejar de visitar y pernoctar en este hermoso lugar.
Don Manuel, al lado de una cepa de más de 450 años
Nos preparamos para la cena, en el restaurante de enfrente. Al llegar estaba atiborrado de peregrinos y de nuevo nos encontramos con Isa, David, Mar y Ana. Nos saludamos efusivamente, quedando para vernos el sábado en Orense. Con las prisas y las multitudes nos olvidamos de intercambiarnos los teléfonos. Bien que lo siento.
La cena transcurrió agradablemente, girando la conversación a menudo sobre los motivos que habían llevado a Carmen a abandonar a Miguel, que parecía tan contento con su presencia. Ella insistía en que su andadura no coincidía con el ritmo de Miguel.
Antía, poco habladora, metió no obstante un puyazo al comentar que la manera de mirar de Miguel mostraba gran interés por Carmen. Esta negó siempre, creo que sinceramente, pero encontramos un filón para, sin acritud, mantener una amena conversación.
Foto cedida por David
Y llegó el momento de acostarse. A la mañana siguiente nos levantaríamos de nuevo a las seis para partir a las siete. Y ya nos recibiría Santiago con todas, suponemos, las bendiciones.
Catedral de Santiago.
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Y al día siguiente, llegamos a Santiago con las fuerzas justas para recoger la Compostela (certificado de peregrinación). Eran las once de la mañana y después de un paseo breve, Manolo, Antía, Matías y yo partimos para Orense sin más dilación.
Dormí toda la tarde del viernes y parte del sábado.
El tiempo que no estuve durmiendo, tuve los pies en agua fría con sal. Ordenes.
El lunes de nuevo me esperaban en el trabajo, sin apenas secuelas.
Sin relación alguna con la peregrinación, supongo, mi hijo menor consiguió su sustitución.
Mi hijo mayor consiguió que por fin se convocasen sus oposiciones.
Si alguien me promete colocarlos, emprendo de nuevo el viaje esta vez desde O Cebreiro.
No pienso contarlo, ya vais servidos con esto.
Orense a tantos de tantos del Año Santo.
Más fotos de la Peregrinación
¿Ya hemos acabado? que corto!!! ahora que estaba la cosa tan interesante.
ResponderEliminarQue bien describes el sabor del vino,y por cierto que son "claudias"?
Bueno que me ha encantado.Tomo nota del Pazo de Galegos.
Y que daria yo por poder pasear por la plaza de la Catedral de Santiago otra vez.!!
Te felicito y seguro que el Santo toma buena nota de tu esfuerzo y da trabajo a los niños.
Enhorabuena.
Termino su peregrinación? mire que se hizo corta...
ResponderEliminarvoy a leer todo junto...la verdad nunca prometería una manda así sé que no podría cumplirla...
Que tengas una bonita semana
Besos con cariño
Ese platillo de mariscos se ve deliciosoooooooooooo...Con un buen vino...uhmmmm..que sacrificado estaba usted.
ResponderEliminarSolo pase a dejar saludos.
Besos con cariño
Galicia ofrece paisajes únicos.
ResponderEliminarPreciosas fotos.
Gracias por tus refranes en gallego.Ya los he añadido.
ResponderEliminarMe alegra mucho César, que el Universo te bendiga con tantas cosas buenas. Próximamente, el recorrido tendrá que ser más largo, para que haya tiempo de curar las ampollas y danzar sobre él. Probablemente borre las ojeras.
ResponderEliminarUnha aperta, Camiñante.
Que envidia, así sí se puede hacer el camino... menudo chollo de camino el que te has montado (pies a parte) ¿Dónde hay que apuntarse?
ResponderEliminarHermosos son los días que se estiran en el paladar como un largo trago de vino, pero aún lo son más aquellos que saben detenerse tiritando entre la lengua y los labios, aquellos digo que se dejan saborear y en esa caricia sino entender si al menos admiten dialogar con el sediento.
ResponderEliminarHermoso anecdotario de un caminante que no busca la espiritualidad sino sencillamente afinarla, mantenerla despierta, despertarla a un grado de consciencia superior a la hora de caminar y también a la sagrada hora de tumbarse a soñar de los pies a la cabeza.
Gracias por contarnos tu experiencia.
Recibe un fraternal abrazo.
¿Te quitarias los calcetines no? (guiño)porque si no, ofú qué caló..
ResponderEliminarPor aquí ando, muchas veces, pero siempre con sigilo, silenciosa en plan gatuna.
Besos Cesar
¡Feliz Fin de semana César! Comenzó el otoño y la luz es especial estos días. Sin duda saldrán fotos maravillosas. Las vides pronto se vestirán de ocres y serán un paraíso por descubrir para los sentidos.
ResponderEliminarUnha aperta.
Precioso viaje, recreado para nosotros.Una maravilla leerte.
ResponderEliminarMe he deleitado con tu explicación de la degustación de ese vino que tantas sensaciones te produjo.
Me ha encantado tu espíritu infinítamente más paternal que de puro peregirno, cuando nos explicas que si alguien promete colocarlos inicias de nuevo el viaje...Va, quedas perdonado si no lo escribes!!...Nos has dado todos los detallitos, yo ya llevo una notita,donde tus consejos no me dejarán que quede nada al azar (incluida la linterna ). Y es qaue sea uno religioso o atea como yo, ese camino tiene tanta historia,encanto y belleza que todos lo deberíamos recorrer y yo, no creas, ya he pensado en ello.
Casi cinco años después por aquí venimos para darte las gracias por darte una vuelta por nuestro blog, y enseñarnos esta entrada tan interesante. Algún día conseguiremos visitar esta bodega. Mira que tenemos unas cuantas por ver, algún día lo haremos realidad.
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