Escribe Antonio Carreño, Brow University catedrático Emérito, que ya en el siglo XII existían guías sobre el Camino de Santiago.
Una de las más afamadas y utilizadas fue la atribuida a Aemery Picaud-canciller de varios Papas- extraída de su Liber Sancti Jacobi y en ella advierte de la calidad de los paises que atraviesa y de los peligros de las aguas y de los alimentos. Dura es la estampa que presenta del Camino a su paso por el Pais Vasco-Navarro. El peregrino-dice Aemery- es sometido a extorsiones en forma de ilegales gabelas y portazgos; sus ciudadanos no respetan las gerarquías sociales, son enemigos de la nación vecina, agresivos, impúdicos y animalizados en sus relaciones sexuales y maldice su lengua que le infunde pavor.
El afamado canciller es más generoso al penetrar en Tierras de Campos y en la verde Galicia. Alude a la abundancia de pan, vino y sidra, a las ciudades bien pobladas, a la variedad de mercancías “aunque sus habitantes son también malos y viziosos”.
Los gallegos salen bien parados al compararlos con los franceses, menos primitivos que el resto de los peninsulares, pese a la presencia de algunos pendencieros e iracundos (“irancunda et litigiosa ualde habentur”).
El canciller divide su recorrido en trece jornadas partiendo de Saint Jean Pied de Port.
Yo lo he llevado a cabo en cinco comenzando en Orense. Os lo iré contando, si queréis leer.
Orense a tantos de tantos.
martes, 7 de septiembre de 2010
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César se ha puesto en marcha, ha dividido el camino en jornadas y las jornadas en pasos y los pasos en tazas de buenos caldos con los que acompañar esos suculentos platos que han de mitigar las miserias con las que le aflige la carne. Su espíritu, de todos es sabido, se alimenta de poesía.
ResponderEliminarLa fe mueve montañas, pero qué mueve a César…Qué decir ahora que nos sea camino trillado en la cocina literaria por la excelsa defensa que Marco Antonio hace de aquel otro no menos glorioso César. Yo como él reclamo para nuestro amigo el reconocimiento y el valor que demanda la titánica empresa emprendida, impropia a todas luces de un hombre tumbado.
Ánimo amigo que en tus palabra hallaremos los demás nuestro camino.
Recibe un fraternal abrazo.
Estimado José Alfonso, me ha movido a emprender el Camino, no el afán religioso que he dejado atrás hace años, sino un cierto espíritu aventurero-deportivo que me ha costado sangre y sudor, pero que me ha dejado muy satisfecho por haber superado un reto personal. Han sido cinco jornadas en que no he pensado en nada más que, como tu bien dices, en poner un paso detrás de otro en la esperanza de llegar al lugar de descanso. Nadie piense en quimeras. El dolor no te permite pensar, pero el Camino te penetra lentamente como el rocío que acaba convirtiéndose, al caer de las hojas de los árboles, en gruesas gotas de agua.
ResponderEliminarSaludos agradecidos.
Seguiré con mucho interés sus crónicas del Camino, el mío si todo sale bien será el año que viene.
ResponderEliminarLe felicito por su hermosa aventura.
Nosotros tenemos la peregrinación al santuario de la Virgen de San Juan, es por el cerro, nunca lo he hecho pero las personas que conozco que lo han recorrido dicen que es una experiencia única, me impresiona la cantidad de ancianos que llegan...Volveré para recorrer letra por letra el camino....
ResponderEliminarQue tenga un maravilloso miércoles...
Besos con cariño
Lo leeré por supuesto...
ResponderEliminar"Habitantes malos y viciosos!!!" aishhh... jajajaja... pues mira que ahora casi que me gusta más!
Besos abisales
Vaya. Parece que allá por el S. XII los foráneos no tenían pelos en la lengua, mi iracundo amigo.
ResponderEliminarVaya con el canciller Picaud!!!..Pues casi no se salva nadie!!!.además..ser vizioso con "z" en todas esas tierras tiene su encanto..hace poco estuve en Sant Jean Pied de Port..queda ese aire de los siglos que explicas ...tiene un encanto especial.
ResponderEliminarUn abrazo!!