Me habéis fallado.

Tengo que deciros algo que no os va a gustar. Sobre todo a los blogueros españoles.
Me habéis defraudado.
 Sí, me habéis defraudado profundamente. Es más, por vuestra culpa creo que tendré que retrasar mi partida de este valle de llantos un año o dos.
Lo tenía todo previsto, fechas, partidas, incluso la hora y el día de entregar mi alma al señor….y zas! Todo al garete porque vosotros no habéis hecho nada.
A los sesenta y cinco y un día, safari a Africa, aprovechando mi buen tono muscular ganado a pulso a través de los años de deporte y sacrificio; a los sesenta y seis, Thailandia, a los sesenta y siete China, a los sesenta y ocho los paises del Este, a los sesenta y nueve un crucero con chicas a ver si me da suerte el número. Así irían sucediendo los años siguientes a mi jubilación, hasta los noventa y nueve que pensaba entregar mi alma a dios o al diablo, dependiendo del  resultado del crucero.
Todo mi plan se ha ido al garete, porque vosotros no habéis hecho nada, repito. Si se corre la especie de que van a cerrar unas paginitas de nada en la red, ponéis el grito en el cielo, recabáis firmas, saturáis los teléfonos de la Moncloa con mensajes y hacéis lo que sea preciso. Pero cuando nos intentan instaurar la cadena perpetua laboral, nadie mueve un dedo! Y mis planes a tomar viento!
¿Cómo hago ahora para llevar a cabo mis planes? ¿Acaso pensáis que a los setenta estoy para balanceos y paseos de proa a popa con riesgo de esnafrarme una cadera?

Me la habéis jugado bien jugada.

Algunos bienpensantes diréis, no te quejes, es necesario para que las generaciones futuras puedan tener acceso a las pensiones. ¡Y una mierda! Que lo saquen de las partidas que tiran a la basura cada año, enriqueciendo en ocasiones a particulares, políticos de tres al cuarto, parientes de los mismos, amigos y demás familia.

En dádivas y subvenciones…mil millones.
En coches oficiales, cien mil millones de reales.
En comisiones y palanqueos, muchos euros.
En secretarias, chóferes y  traductores, a montones.
Para sátrapas, puestos de confianza y jerarcas, no hay arcas!

Podría seguir enumerando lugares de donde extraer dinero a espuertas, pero hoy mi cabreo no es con el gobierno que parece que en su esencia está el jodernos la vida, sino en vosotros, compañeros blogueros que me habéis dejado tirado. A ver si comprendéis de una vez por todas que nos están dando patadas en nuestro culo con las botas que les prestamos!

Tardaré por lo menos unos días en perdonaros. O tal vez menos si vais ingresando en mi cuenta corriente lo que he perdido. Que no soy abogado, pero me gusta vivir bien.

Orense a tantos de tantos.

                            Algunos de los lugares que ya no podré volver a ver, gracias a vuestra pasividad