martes, 5 de septiembre de 2017

Kafka vive en Cataluña. República Ancestral.



Cualquier parecido con la realidad es realidad.
República Ancestral y Kafka.

                                                             República Ancestral.


En la sala de espera se hizo un silencio sepulcral de inmediato. Todos conocían aquella cara y al séquito que la acompañaba. Una enfermera salió a toda prisa para comunicar al jefe de sección la inesperada visita.
- República Ancestral  está en la sala de espera!
El doctor Gómez ni se inmutó. Siguió atendiendo al anciano que respiraba con dificultad, mientras le tranquilizaba pidiéndole que tosiese despacio.
- Considera usted que es más urgente que atender a este paciente, enfermera?
- No lo sé, Doctor, tendrá que valorarlo.
- En cuanto acabe aquí, lo haremos.
El doctor Gómez acabó de tranquilizar al anciano, informó a la enfermera de la medicación adecuada y salió hacia su despacho. Cuando llegó, un grupo de médicos, encabezados por el Doctor Jun y Querás, se arremolinaban en torno a República Ancestral, con gesto de preocupación.
- Qué ocurre, preguntó en tono serio. Están ustedes en la sala de Urgencias y no veo en sus batas nada que haga referencia a este servicio.
- República Ancestral necesita atención preferente, exclamó el doctor Jun y Querás.
- República Ancestral tendrá la atención preferente que yo le asigne una vez que valore la necesidad de la preferencia. Háganse a un lado.
El doctor Gómez observó al paciente que sentado, escribía algo en su teléfono móvil.
- Veamos, qué le ha ocurrido.
- Al tomar un sobre, me corté con el filo del papel, afirmó República Ancestral, con gesto de dolor y dolor.
El doctor Gómez observó la mano que le indicaba el paciente y le costó encontrar el corte en la palma. Allí estaba. Superficial y limpio.
- Bien, es una herida limpia, de apenas medio centímetro que no necesita atención especial; le diré a la enfermera que disponga una cura con mercurio y cromo y una tirita y ya puede usted atender a sus obligaciones.
- De ningún modo, bramó el doctor Jun y Querás, es una decisión muy importante como para que pueda tomarla un médico de urgencias. Reuniré al Consejo del Hospital y tomaremos una decisión acorde a la importancia del paciente.
República Ancestral asintió y el doctor Jun y Querás, acompañado de la doctora Bell de Donne y del doctor Cort i Serra, partieron a toda prisa hacia la dirección en donde ya les esperaba el director del centro, Doctor Puy del Sac.
Los recibió y los escuchó. Al momento entró también el doctor Gómez que defendió la necesidad de que el paciente no ocupara más servicios públicos, tan faltos de medios por esas fechas.
El director Puy del Sac, encontró sólidas las reflexiones del Doctor Gómez y así lo manifestó.
Pero el doctor Jun y Querás, afamado cirujano con problemas en su clínica privada, viendo que se le escapaba una ocasión única de pasar a la posteridad salvando a República Ancestral, bramó señalando a los demás doctores:
- Señor director, los aquí presentes hemos reflexionado mucho sobre el asunto durante los tres minutos que hemos estado juntos mientras subíamos y hemos decidido que República Ancestral necesita atención especializada. Yo mismo me haré cargo del asunto.
El director Puy del Sac, quiso argumentar, pero fue cortado rápidamente y con energía por el doctor Jun y Querás.
- Usted está puesto por nosotros y a nuestro servicio. Este es el momento de decidir si quiere pasar a la posteridad como salvador de República Ancestral o por el contrario quiere ser el funcionario que se alineó con un charnego para desatenderla.
El director Puy del Sac, de ánimo suave y espíritu indulgente con los poderosos, aceptó de buen grado alinearse con el doctor Jun y Querás, aceptando que República Ancestral ingresara en planta a cargo del doctor y sus ayudantes.
El doctor Gómez manifestó su opinión clara y en sentido contrario, pero no pudo hacer más y continuó atendiendo a sus pacientes.
El Consejo de Necesidades Preferentes (en adelante CNP) dirigido por el doctor Jun y Querás, creyó necesario disponer de un motivo sólido para salvar a República Ancestral y cada día emitía un comunicado con el seguimiento realizado.
Primer día después del Ingreso.
“En el día de hoy, el CNP ha realizado visita de rutina a la habitación 45, en donde se halla el paciente República Ancestral, encontrándonos con toda clase de dificultades por parte de fuerzas externas y gobiernos enemigos, a pesar de lo cual, hemos parado el avance en la herida de 2 cm en la mano derecha. Todo va según lo programado y el pronóstico de hoy es reservado”
Segundo día después del ingreso.
“Girada visita al paciente de la habitación 45, la CNP se ha encontrado con un ambiente raro en la habitación, como de mal de ojo, como si alguien quisiera que nuestro paciente no recobrase la salud de la que siempre disfrutó. La herida de 3 cm en la mano derecha, no presenta buen aspecto a pesar de todos los cuidados que este equipo le ha prestado. Esperamos que con el tratamiento que este equipo le ha recetado, recuperemos el buen estado de la mano del paciente”.
Cuarto día después del ingreso.
“Girada visita al paciente de la habitación 45, la CNP le ha encontrado algo nervioso, como febril. Se revisó la herida de 4 cm de la mano derecha, hallándola un tanto negruzca e inflamada, por lo que hemos solicitado a la dirección del hospital más medios para mí y para mis ayudantes a fin de atajar la posible infección. De seguir así la situación, será preciso aislar al enfermo y trasladarlo a otras instalaciones que ofrezcan más seguridad. Continúa el pronóstico reservado. Muy reservado.”
Sexto día después del ingreso.
“Esta CNP, dirigida por mí, el doctor Jun i Querás, ha girado de nuevo visita al paciente República Ancestral, de la habitación 45 hallándolo dormido y con respiración dificultosa. La herida de 6 cm que se aprecia en la mano derecha ha tomado un color violeta, tirando a azul, que tiene que hacérselo mirar. Reunido con mi consejo de asesores, hemos decidido solicitar a la dirección del Hospital el traslado urgente por la vía del artículo 33 a un lugar más adecuado a la historia e importancia de República Ancestral para que no tenga que respirar el mismo aire que el común de los mortales sin historia.”
Después de este comunicado, el doctor Jun i Querás, reunió a su equipo médico habitual y repartió consignas y consejos médicos para una pronta recuperación del paciente:
- Reuniréis a todos vuestros familiares, a todos los amigos, a quienes tengan algo que perder y los citaréis a las puertas del hospital reclamando la inmediata salida del paciente República Ancestral a un lugar en donde tenga los mejores y más adecuados medios; mi clínica privada. Allí, lejos del control del hospital, atajaremos las fiebres y la sociedad nos quedará eternamente agradecida.
- Y si el paciente empeora, se atrevió a susurrar el doctor Cort i Serra? ¿Y si el Consejo del Hospital se opone?
- ¿Duda acaso usted de la causa, doctor?, bramó iracundo el doctor Jun i Querás, con aquella mirada difícil en incontrolable. Si es así dígalo ahora o calle para siempre. No se opondrán. La gente esperará acontecimientos y se alineará con nosotros una vez que vean que hemos salvado a República Ancestral. Contamos con el factor sorpresa y con la indolencia de las gentes, compatriotas nuestros.
El doctor Cort i Serra bajó la vista, sacó su teléfono y comenzó a llamar a todos sus acólitos para que acudiesen a la puerta del hospital.
En unas horas el hospital se llenó de gentes de buena fe, movidas por otras gentes de fe dudosa, solicitando la inmediata salida del paciente República Ancestral del hospital público y su ubicación en el lugar que el reconocido doctor Jun i Querás, con la aprobación de todo su séquito, recomendaba. La algarabía subía de tono mientras el paciente tomaba un tono azul turquesa en su mano derecha. Las gentes, soliviantadas, estaban a punto de subir a la habitación para recuperar al enfermo y trasladarlo, mientras el personal observaba incrédulo sin hacer nada.
Desde el hospital, crónica de los hechos hasta el momento presente. Seguiremos informando, salvo que me ofrezcan algún puesto de portavoz de la CNP.