miércoles, 12 de junio de 2013

Exhibición .



Se llama Q. Diminutivo de E. Y no tiene 31 años como erróneamente le había calculado, sino 25. Su gesto adusto y su seriedad en la presentación me habían despistado por completo. No se tomó a mal el consejo con que tan gratuitamente le obsequié el día anterior, antes al contrario nos citamos para fechas posteriores y ayer mismo hemos estado despachando a gusto contra la pelota amarilla que iba y venía a impulsos no siempre certeros  de nuestras raquetas.

El club que fuera de mis amores es una inmensa mole de cemento, con esbeltas columnas del mismo material que alberga nueve pistas cubiertas y tres al aire libre. De las cubiertas, seis son de tierra roja y tres de ellas han sido inutilizadas para dar cabida al capricho del Sr. Aznar, ese deporte descafeinado e insulso que llaman pádel. Pero ha de haber gustos para todos, así como hay pensamientos progres y pensamientos liberales y todos han de ser respetables mientras no vayan en contra de las leyes vigentes.

Q es un universitario en el último año de carrera y bien podría ser hijo mío, por  edad. Como todos los chicos de su generación, a diferencia de la nuestra, no se ha criado en la calle, jugando al marro, al truque, a la comba, a perseguir a las niñas y a policías y ladrones. Le falta pues la habilidad adquirida en la infancia, de la pillería y el movimiento de pies, indispensables para éste deporte. Pero por lo demás, domina perfectamente la suerte del drive y del revés, como se espera de un monitor. Y es un tipo serio y reservado, nada fachendoso. Pido a dios que Q no tenga un blog para reseñar mis numerosos defectos!

Henos aquí en la pista número tres, la de mejor visibilidad, calentando los músculos. Los míos, protegidos por una fuerte capa de grasa, han de calentarse enseguida. La intensidad de los golpes va creciendo y resuenan en la gruta del club como tiros de escopeta. Hay unas escaleras que hacen de grada y la gente que baja para el gimnasio se queda mirando atraída por el ritmo del golpeo. Después de diez minutos compruebo que cada vez es mayor el número de personas que se queda observando como la bola va de un lado a otro de la pista con la cadencia necesaria para hacerse agradable a la vista. Incluso oigo murmullos de admiración y comentarios halagadores: !qué bien se mueve!. vaya! Bien! Todo ello hace que me esmere y apure mi esfuerzo hasta límites peligrosos. Como los toreros que abandonan al morlaco displicentemente con un golpecillo en el morro, así yo ceso en el golpeo, me acerco a la bolsa y extraigo la botella de agua para beber en una pausa para conseguir mayor interés.
                                     

Y es entonces, al llevar la botella a la boca, cuando me fijo en la ventana y se marchitan súbitamente mis ilusiones. No eran para nosotros los halagos sino para la monitora de spinnig que montada en su bicicleta mostraba en todo su poderío esa parte de su anatomía en donde de pequeña recibía los azotes.
De nuevo, todo mi gozo en un pozo.

En Orense a tantos de tantos, ayer martes.






13 comentarios:

  1. Lo has conseguido, en mí también se obró el milagro, me embobe en el ir y venir de las pelotas, amarillas. En la potencia de los golpes. Que suenan “como tiros de escopeta”. Pétalos de diente de león reventando sobre el poderoso pecho de la galga blanca, en este caso de vuestras galgas raquetas. Y de pronto, te fugas a las potentes caderas de la monitora, claro que en este caso no te dio el ánimo para corregirla y es que hay cosas que se ve no se pueden mejorar, ni aún para hombre tan aventajado, franco y dispuesto a ayudar.
    Una delicia amigo, como siempre.
    Recibe un fraternal abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Se me ha iluminado una sonrisa al leerte, sobre todo en el apartado que dice.."..potentes caderas de la monitora." También tú te has fijado. Tu quoque!

      Un placer inmerecido para mí tus visitas.

      Eliminar
  2. Los golpes a la vanidad, y más a ciertas edades, son de difícil recuperación...
    Y con esto no quiero decir ni que tengas vanidad, ni que tengas cierta edad...
    Que es que hablo en general.....

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De un tiarrón como tú esperaba más valentía! je. Claro que es vanidad y claro que es "cierta edad". Eso sí me conservo de tal manera que parece tenga un año menos..

      Se agradecen tus comentarios.

      Eliminar
  3. Muy gracioso. Pero a todos nos ha pasado alguna vez, no es más que una malainterpretación de señales que nos parecen tan claras y luego zas el bajón, quizás porque nos dejamos confundir por ¿un sueño?
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

      Eliminar
    2. Así es Adela, nuestra mente crea más fantasía de la que podemos responsabilizarnos. Pero también es verdad que si no nos queremos a nosotros mismos, no podemos pedir a los demás que lo hagan...

      Bienvenida!

      Eliminar
  4. Hola. Parece que mi anterior comentario no sale quizás lo hice mal.
    Bueno, decía que muchas veces las señales nos confunden, nos dicen lo que queremos que nos digan, porque tal vez hay sueños que no nos dejan nunca.
    La anécdota muy graciosa y nos ha pasao a tos ...parecido... creerse uno algo que luego no es ja ja ja.
    Hasta la próxima.

    ResponderEliminar
  5. COMO??? una monitora de spinning ¿siendo animada cual Indurain? el deporte es más malo que las drogas, tanto físicamente por las lesiones y excesos de forzar el cuerpo humano contra maquinas o con "deportividad" contra humanoides, gladiadores olímpicos,especímenes mutantes, mezclas de química y horas de machacarse en entrenamientos inhumanos. Y lo que es peor psicologicamente destroza más neuronas que la burundaga esa, la combinación del As o el Marca puede ser letal para quien te rodea, familiares, NIÑOS, muchas mujeres por culpa del Marca de sus maridos miran todo el dia tele 5 jajajaja, El deporte siempre es malo para quien te rodea, sin moderación puede ser mortal para quien lo practica, más incluso que los cubatas de Ortega Cano.... jajajajaja.

    http://www.youtube.com/watch?v=bh-qe5OVnNo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así es Dña Cati, así es. El deporte es un vicio peligroso, por eso al acabar de hacer deporte me entrego a todo tipo de sanamientos, tales como botellón, tabaco, pornografía..para compensar..

      Y hay algo en lo que podíamos coincidir; en la pescadilla que se muerde la cola. Ven telecinco porque leen marca o leen Marca porque ven telecinco?
      Por mi salud no se preocupe, no leo prensa deportiva. Y hasta ahí puedo escribir.

      Bienvenida también, otra vez.

      Eliminar
  6. jajajaja me encanta tu sentido del humor, lo de ser mayor juega a tu favor, cada uno tiene sus perversiones y me encanta tu saber estar, es la dosis lo que hace al veneno o lo convierte en medicina, las primeras inyecciones debieron ser las picaduras de abejas, para las serpientes imagino se tardo un poquito más jajajajaja. Se malo y no perdones a los niñatos digitales, y cuida bien tus artes de gato callejero y tus instintos de cazador, me parece genial practicar para no atrofiarse, jajajaaja
    Pobres ratoncitos, jajajaja.

    ResponderEliminar
  7. Es fácil verse reflejado en las anécdotas que nos cuentas y más fácil aún dejarse seducir por la forma en que lo haces. Ambas características permiten adivinar en ti a una persona entrañable y hacen de tu blog un espacio muy especial.
    Enhorabuena por ambas cosas.
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. FJavier, hay días mejores que otros. Siempre se vuelca en el blog el sosiego y la paz de la que no todos los días se disfruta, en este mundo de atropellos y tropelías. Procuro dejar el mal humor para la política.
      Saludos.

      Eliminar

Bate palmas!