lunes, 11 de junio de 2012

Facebook, por qué lo he dejado.


                                            



Uno de los motivos por los que he dejado de acudir a Facebook, es la radicalidad de algunas posturas, el sesgo de algunas opiniones y sobre todo el tiempo que perdía intentando rebatir todo lo anterior. Cuando los tuyos suben los impuestos, es justo y necesario. Cuando son los otros es una afrenta directa a la base de la economía social. Cuando roban los tuyos es para comer, cuando son los otros es vicio y descontrol. Y así hasta el infinito. La mota en el ojo ajeno y la viga en el propio.
Y sobre todo me ha molestado la ingente cantidad de ministros sin cartera que escriben en facebook y que están al cabo de la calle de cuanto acontece, conoce todos los detalles de los sumarios pasados y presentes sin haberse leido ninguno.  
 .
Demasiado tuerto que sólo ve de un ojo, demasiado fanatismo. Y podría ser contagioso. Demasiada radicalidad, demasiado odio, demasiada división sobre hechos que no tienen más que una lectura. La corrupción es condenable, cométala quien la cometa. Se firman sentencias con el único conocimiento de detalles sesgados de medios de comunicación interesados, jamás se toma en cuenta la presunción de inocencia, sobre todo si se trata de derribar al rival político o económico.
Puede que lleguemos a parecer apéndices de los partidos políticos.  Como la mayor parte de los medios de comunicación y muchos de los tertulianos que pululan por las radios y las televisiones. Incluso en el desacuerdo se nota la tendencia; es difícil encontrar criterios objetivos en la discusión. Cierto es que conozco algunas honrosas y honradas excepciones. Pero me temo que demasiada gente opina (incluyéndome) sin demasiado fundamento.  
Pero sobre todo he dejado Facebook porque considero que nadie puede estar mucho tiempo dentro sin robarte a ti mismo en  algo que dicen que concedió Dios de balde, pero que vale su peso en oro: el tiempo.  Y  te robas relaciones, aunque aparentemente te relaciones  con más gente.
Tenía razón aquel directivo de una gran compañía punto com, cuando decía que algún día desearemos cambiar de personalidad para poder huir de toda la información que hemos ido dejando por las redes sociales, que socializan la nada, que socializan la soledad y que te sumen en una falsa euforia de compañía.
Y también lo he dejado porque en seis meses no conseguí tener tantos amigos como Iniesta. Y eso fastidia, con jota. Y además, no se puede beber vino con los amigos en fisbuk.
De todos modos estoy seguro que todos vosotros sois la excepción que usa adecuadamente las redes sociales y tal vez yo esté equivocado. Aunque os digo una cosa; ha sido dejarlo y Fisbuk ha bajado en bolsa un potosí.
Ahora tengo una cuenta en Twitter y ya he conseguido que me sigan…tres! 
Pero de los buenos.

Mucha suerte y mucha discreción.


Orense a tantos de tantos a seis meses de  fisbuk.

14 comentarios:

  1. Valeeeeeeee ahora entiendo el desplome del faisbuck en su cotización ejjejeje.
    Siempre puede haber ministros metidos por todos lados, y siempre les puedes eliminar. Por lo menos en el blog o en el faisbu porque en la vida real no les borras ni a tiros.
    Por cierto yo no sabia que tu tenias faisbu jejeje Un saludo

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  3. Comparto la opinión que formula un cierto efecto de las redes sobre la orientación témporo espacial: “Te acercan a lo lejano y te alejan de lo cercano, siendo la distancia recorrida proporcionalmente directa al tiempo exigido” Más diría yo –y digo-: fácil es perder la noción de esa distancia y ese tiempo; a poco que no dispongas de referencias próximas conectadas a la realidad corres el peligro de ser subsumido por el ente virtual y transformado en bit o micro bit.
    Alguien podría argüir idénticas o similares razones contra Baco pero, aún sin ánimo de polemizar, he de señalar que el punto Aristotélico es mucho más difícil de encontrar frente a una pantalla de ordenador que ante una copa de vino. Aceptado que el ánimo que debe movernos en ambos casos es el de un placer medido y pausado, creo reconocer en el primero una fuerza que encarcela, potenciando una ensoñación de características autistas crecientes y una comunicación en sordo monólogo, mientras que en el segundo evidencio una afición que invita a compartir miradas, argumentos y amistades.

    Dosificar, entrar, salir, avanzar al fin. Sin dejar de la mano el antídoto de cantar con los amigos el “Asturias patria querida”. O cualquier otra.

    Admiro tu sabiduría y buen gusto.

    Digo.

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    1. El tiempo de Baco ha de ser sagrado y ya las circunstancias se encargan de disminuirlo. Eso sí, como la tierra manda, en lugar de "Asturias patria querida" cantamos aquello de " a minha casa non quero que veñasss....,(la segunda estrofa no es para ojos delicados, pero si no la conoces, pídemela) siempre pensando en los hombres de negro que tanto nos quieren y tanto nos protegen.
      Es impagable, FJavier, que en los tiempos actuales puedas en vivo, intercambiar impresiones, hablar y escuchar alternativamente. A menudo es imposible; nos lo impide la insana costumbre de interrumpir, en el ansia de enmendar todo cuanto nos digan, o el deseo mismo de demostrar nuestros elevados conocimientos.
      Que no es sabiduría, joven, que es la edad cercana a la senectud!

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  4. Sin duda, su textos deberían ser lecturas obligatorias en los colegios (también en los de abogados, registradores...). Brillante y sabio, como siempre.

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    1. D.Antonio, ya he comentado que se me incendian las mejillas. No hay sabiduría alguna, sino cierta experiencia madre de la observación y de la vida.
      Un honor sus visitas.

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  5. Tiene razón no hay nada como tener un amigo cerca, con el cual brindar, abrazar... en fin...Le dejo besos de distancia

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  6. No tengo nada en contra de los amigos lejos, Sra Ballesteros. Ocurre que la amistad suele fraguarse en las dificultades, en el roce constante, en la confianza y en la solidaridad. Y muchas veces eso no se consigue telemáticamente. Algunas otras, pocas, he de reconocer que sí.

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  7. Te veo indignado con el cuaderno de caras. Mejor dicho, desencantado. Y no te falta razón, es más, suscribo tus palabras, especialmente en lo que se refiere a la falsa sensación de compañía que nos transmite.
    Somos una gran mentira, algún día disfrutaran los teclados de la facultad de denunciarnos y será entonces cuando se nos sea revelada la gran mentira que somos.
    Los ojos de tu corazón brillan dulces y melancólicos al fondo de tu fachada de amarga ironía.
    Recibe un fraternal arbrazo.

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    1. Esa es la palabra adecuada, desencantado. No por la frialdad de la técnica, sino por la exageración en su disfrute. Por la sensación de que puede llegar a otorgarte poderes de los que no dispones, virtudes que no te fueron concedidas. Y sobre todo por la excesiva generalización de la opinión y/o información que puede llegar a saturarte y/o desinformarte.

      De cualquier modo, le reconozco las virtudes que tiene como instrumento de universalidad en el conocimiento.
      Del conocimiento de quien escriba.

      Esto, como el vino, en la dosis exacta.

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  8. Bueno.. siempre nos quedará el Blog.

    Cesar comparto su opinión, sobre todo porque he vivido en mis "carnes" cómo personas consideradas amigas de verdad (fuera de la pantalla y del cara libro) de esas que salimos juntos y tomamos un buen vino me haya bloqueado telematicamente y en la realidad, por confiar más en una persona virtual a la cual no conocía en persona personalisima. En fin, usted ya conoce mi filosofía de vida y desde el corazón le deseo lo mejor. No puedo dar las gracias a FB precisamente porque debido a él he perdido a una persona que consideraba buen amigo. Por otra parte, también gracias a él he reencontrado a amigos del cole y nuestras reuniones para rememorar tiempos me divierten. Yo me lo paso bien, la verdad, creo que haciendo un buen uso y apartandome de personas y situaciones tóxicas y "arrimándome" a personas que me nutran, eligiendo conscientemente.
    Apareceré por aquí y disfrutaré de su buena compañia y divirtiendome con ese humor que le caracteriza.

    MUCHO AMOR Y MUCHA LUZ

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    1. Ay, Dña Rosa, no sufra usted. Si alguien se molesta por algo y no quiere saber de usted la causa, no merece la pena, creáme.
      Amistad que acabó, no nació.

      Que sí, que se puede hacer un uso estupendo del Fisbuk.
      Saludos.

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  9. Sigo en Facebook porque no soy de uno ni de otros, porque no soy de capillitas, porque borro a todo el que me añade a grupos porque le da la gana. También para saber de alguna gente a la quiero o aprecio. Y para decir alguna cosilla de la propia cosecha de vez en cuando, solo de vez en cuando. Y veo muy razonable lo que dices, y más aún borrarse de eso. O de todo.

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  10. ¡Ooooh! ¡Eres mi héroe! Ya conozco (por fin) a otra persona a la que le gusta tomar cañas o vinos reales, no virtuales, con gente real...
    Salu2

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