miércoles, 27 de junio de 2012

La cárcel de papel.






Durante  cinco  años  había estado aguardando este día. Las  leyes  le habían  aislado en la cárcel de papel. Condena sin fecha fija de cumplimiento y sin  redención asegurada; durante todo ese tiempo (vaivenes del destino, vida que va y viene) estuvo acompañado en todo momento  por ambos.
En la cárcel de papel, observando cada día su cara, reflejo de su inquebrantable ánimo y de su brillante intelecto, pasaban lentamente las hojas.

Le vió salir, le miró a los ojos y le espetó la pregunta que había estado esperando hacer durante tanto tiempo: -¿"qué tal"?
Sólo entonces, sonriendo con esa humildad adquirida en la escuela de la sabiduría,  que acrecienta sus abundantes  méritos,  emitió dos palabras.

    - Puede ser.

Él creyó firmemente en ellas y también sonrió abiertamente mirándose en el brillo de sus ojos. Puede ser. En cualquier otro, un asomo de duda; en él un asomo de certeza.

Ya de vuelta, ( música de los  setenta,  Brincos, Bravos, Christie ) la esperanza cobró forma de cierta seguridad, al ritmo de Simon $ Garfunkel que ambos corearon, él desafinando, y el recién liberado de la cárcel de papel, con la brillantez propia del diletante aventajado.

La suerte está echada.


Orense a tantos de tantos.

lunes, 11 de junio de 2012

Facebook, por qué lo he dejado.


                                            



Uno de los motivos por los que he dejado de acudir a Facebook, es la radicalidad de algunas posturas, el sesgo de algunas opiniones y sobre todo el tiempo que perdía intentando rebatir todo lo anterior. Cuando los tuyos suben los impuestos, es justo y necesario. Cuando son los otros es una afrenta directa a la base de la economía social. Cuando roban los tuyos es para comer, cuando son los otros es vicio y descontrol. Y así hasta el infinito. La mota en el ojo ajeno y la viga en el propio.
Y sobre todo me ha molestado la ingente cantidad de ministros sin cartera que escriben en facebook y que están al cabo de la calle de cuanto acontece, conoce todos los detalles de los sumarios pasados y presentes sin haberse leido ninguno.  
 .
Demasiado tuerto que sólo ve de un ojo, demasiado fanatismo. Y podría ser contagioso. Demasiada radicalidad, demasiado odio, demasiada división sobre hechos que no tienen más que una lectura. La corrupción es condenable, cométala quien la cometa. Se firman sentencias con el único conocimiento de detalles sesgados de medios de comunicación interesados, jamás se toma en cuenta la presunción de inocencia, sobre todo si se trata de derribar al rival político o económico.
Puede que lleguemos a parecer apéndices de los partidos políticos.  Como la mayor parte de los medios de comunicación y muchos de los tertulianos que pululan por las radios y las televisiones. Incluso en el desacuerdo se nota la tendencia; es difícil encontrar criterios objetivos en la discusión. Cierto es que conozco algunas honrosas y honradas excepciones. Pero me temo que demasiada gente opina (incluyéndome) sin demasiado fundamento.  
Pero sobre todo he dejado Facebook porque considero que nadie puede estar mucho tiempo dentro sin robarte a ti mismo en  algo que dicen que concedió Dios de balde, pero que vale su peso en oro: el tiempo.  Y  te robas relaciones, aunque aparentemente te relaciones  con más gente.
Tenía razón aquel directivo de una gran compañía punto com, cuando decía que algún día desearemos cambiar de personalidad para poder huir de toda la información que hemos ido dejando por las redes sociales, que socializan la nada, que socializan la soledad y que te sumen en una falsa euforia de compañía.
Y también lo he dejado porque en seis meses no conseguí tener tantos amigos como Iniesta. Y eso fastidia, con jota. Y además, no se puede beber vino con los amigos en fisbuk.
De todos modos estoy seguro que todos vosotros sois la excepción que usa adecuadamente las redes sociales y tal vez yo esté equivocado. Aunque os digo una cosa; ha sido dejarlo y Fisbuk ha bajado en bolsa un potosí.
Ahora tengo una cuenta en Twitter y ya he conseguido que me sigan…tres! 
Pero de los buenos.

Mucha suerte y mucha discreción.


Orense a tantos de tantos a seis meses de  fisbuk.

martes, 5 de junio de 2012

Lección práctica de economía aplicada.


                                El  insinuante monstruo de la crisis sin fin.

Podría, esta noche, regalaros la más triste lección teórica de economía. Y no me resultaría difícil. (Bastaría con copiar y pegar cualquiera de las explicaciones que circulan por la red, sin red.) Optaré sin embargo por explicaros, de manera práctica, como a mí sabéis que me gusta, una lección extraída de la vida misma; de la vida cercana. Al acabar las  24  líneas comprenderéis con toda claridad,  el indolente proceder de nuestros próceres, por comparación.
Érase una vez un joven, talludito, de 1,83, guapo, deportista, moreno y soltero (abstenerse curiosas) a quien su papá mantenía una línea telefónica en una apañada compañía. Cada mes, con cuidado para no herir susceptibilidades, le recordaba lo profundo de la crisis y lo aseado que debería ser en los gastos telefónicos. Un mes tras otro, las buenas palabras del mozo convencían (se dejaba convencer) al padre, que indefectiblemente era sisado en una cantidad indecente de euros (para telefonía), en el mismo período de tiempo. Un mes tras otro, durante cinco años. Hasta que el mozo vino a mejor fortuna. El padre aprovechó la circunstancia para concederse la independencia económica y desgajó de la cuenta madre el recibo del joven cursando domiciliación en su libreta ( la del joven).
Ese mes hubo paz y después gloria, hasta el momento en que en la cuenta del joven se realizó un cargo de una cantidad indecente de euros (para telefonía). Poco después de apreciado dicho cargo, en la hora de la comida, el joven blandiendo el extracto bancario  bramó:

        - Pero papá, qué leñes (en realidad dijo qué mierda, pero  está feo aquí repetirlo.,,huy, se me escapó) de contrato tienes que me cargaron U.C.I.DE euros?
El padre, que estaba sobre aviso, comentó suavemente; el mismo que tengo desde hace 5 años.

El diálogo posterior no interesa para la cuestión que quiero acercaros.

  Lección de economía para principiantes; qué fácil resulta manejar el dinero de otros y qué cuidado pones con el propio.

Quiero proponer que cualquier ejecutivo que ejerza labores de dirección, sea pagado en acciones de la empresa que dirige y a su salida las venda (enajene) y se cobre sus servicios.

Orense a tantos de tantos.