martes, 29 de mayo de 2012

In Vino veritas.



Xullio Míguez me cae bien, conste. A pesar de su trabajo, complejo y no siempre bien valorado, es un hombre sencillo que le concede importancia a aquello que realmente la tiene; la amistad con Marta, la vida tranquila y sobre todo los buenos caldos. Fue este detalle el que me impulsó a conocerlo más profundamente. Y sabe latín.  Arrastra Xullio Míguez una cierta timidez, tal vez adquirida en tiempos de  internado, no me consta el detalle, que le impide manifestarse sinceramente con Marta. Pedirle un polvo, vamos. Su amor es platónico, aunque últimamente su mirada se desvía cada vez con más asiduidad, a las protuberancias carnales. Es cosa de tiempo que cuajen las miradas en los lugares adecuados de sus respectivas anatomías. De momento, en la página 109 no lo han hecho. Aunque se entretiene muy a menudo con la visión del armonioso esqueleto de su clienta, la bodeguera.
Por su trabajo, Xullio Míguez ha de estar al día y para ello, mientras saborea un Rioja con paladar de entendido, no se pierde detalle de lo que sucede en la televisión, cuyos programas aborrece, sobre todo aquellos en donde la casquería sale por la pantalla, salpicándole. No esperaba menos de alguien que ama el buen vino. Y porqué  entonces, Xullio Míguez, no pierde detalle? La culpa es siempre de las mujeres; Marta presenta uno de esos programas y él, amparándose en la cortina de la pantalla, aprovecha para admirar a escondidas su belleza, mientras recompone las piezas del caso que está investigando en este momento. Porque Xullio es detective privado; y si a Guardiola le pagan por hacer lo que más le gusta, a él le pagan por investigar un caso que por momentos se enfanga en los lodos pecaminosos del vicio y la depravación; y todo ello en el marco de unas afamadas bodegas. Jauja, para cualquier investigador con gustos enológicos.


In vino Véritas, es el contexto editorial por donde se mueve Xullio Míguez de la mano del escritor Francisco Castro, que con un estilo desenfadado, irónico y muy fácil de leer, que  me recuerda a Eduardo Mendoza y a su tocador de Señoras, aprovecha para ajustar cuentas con la manera de hacer televisión de los tiempos modernos.
Mientras, Xullio Míguez prosigue sus lúcidas investigaciones por el paisaje convulso de nuestra sociedad. Pero sobre todo en casa de la bodeguera.
Y si en la primera frase dejaba constancia de mi admiración por Xullio, es para que no me tenga en cuenta el atrevimiento del consejo: yo el vino tinto dejaría que alcanzase los 16 grados como mínimo, aunque sea del Ribeiro y no esté amaderado. Pero para gustos cosechas y el mío es raro, lo reconozco.

Orense a tantos de tantos.

martes, 15 de mayo de 2012

El Consejo de los monos.




Voy a deciros una cosa: me gusta Alsina. Es claro, directo y pedagógico. No carga las tintas y escudriña en la noticia con solvencia, profesionalidad y (es mi opinión) con cierta brillantez.
Por eso voy a deciros una cosa; todo el mundo ahora echa la culpa al enemigo del desaguisado de Bankia. Unos que fue Juan Bautista, otros  que Elías, otros el Hijo del Profeta, los de más allá que MAFO, los de más acá que Rato y su señora ama, la aristócrata del Oso y del Madroño. Pero en verdad en verdad os digo que como siempre, habremos de ser nosotros, el pueblo llano,  y un Rato mosqueado, quienes acudiendo al sentido común hallemos la verdad de los acontecimientos.
Verdad Primera: ¿No es cierto que, a pesar de que la Inspección de Hacienda no fuera o fuese capaz de controlar las operaciones del díscolo empresario, es éste quien defrauda y el responsable de sus actos, sin despreciar el deber "in vigilando" del Organismo oficial que corresponda?
 ¿No es cierto que, si por cualquier denuncia o casualidad sus mentiras se descubren, él pagará y con intereses, la mala práctica y si se tercia, con la cárcel.?

¿Y quién es el empresario  en una Caja de Ahorros? Quién toma las decisiones? Teóricamente el Consejo de Administración que las traslada al Consejero Delegado que las hace ejecutar.
¿Y quién nombra al Consejo de Administración? Velaí. Ya nos vamos acercando al fondo de la cuestión.
Pero preguntémonos más, para no juzgar en vano. ¿El Consejo de Administración de las Cajas de Ahorros o el órgano que haga sus veces, aconseja "de gratis" o cobra por los consejos? Cobra y bastante, respondo.
¿Y quien cobra tiene responsabilidad?  Pues claro que la tiene. Y no vale que me digáis " pobrecillos", qué va saber un ATS, o un Mecánico, o un electricista, o un médico  de economía, que así no se puede aconsejar. Pues volvemos al inicio, responsable es quien pone a alguien que sabe que no puede aconsejar en el Consejo. Y encima le paga.
Porque no sé en Madrid, pero aquí en provincias, los consejos de las Cajas de ahorros estaban formados por políticos y gentes (salvemos a la persona, como a Pepe, el futbolista) que no tienen ni pajolera idea de para qué se reunían una vez cada quince días sino para devengar dietas y kilometrajes y asistencias a Consejos. Parné, vamos. Guita. Quita, quita.

Por eso, es indecente, incongruente, inconsecuente, repelente, que los políticos se pasen la pelota por las pelotas de unos y otros, cuando ellos saben que nosotros sabemos lo que ellos saben que sabemos que han hecho. Y después vendrá la labor in vigilando. El mero hecho de que haya que vigilarles, indica la clase de clase que vienen siendo.

De ahí mi cabreo, que disimulo.

Orense a tantos de tantos. Y cuántos y qué malos.

(Después de lo escrito) 
Como si me hubiesen leído (este escrito dormía hace días en el fondo de word), acabo de leer que los Consejeros de la CAM se exculpan alegando que ellos "no estaban preparados para saber lo que se aprobaba, que firmaban lo que les ponían", &&&&&%%!!!!!!!!!!!!!!!!$%%$%%.¿y es que para los ensayos en laboratorio no hay monos? Pues que los pongan también en los Consejos.


domingo, 6 de mayo de 2012

Banco malo (culo,culo!)




Imaginemos por un momento un país. Un país cualquiera, para no ser injustos. Le llamaremos Estepaís. En Estepaís, como en muchos otros de su entorno, las personas han aflojado; quieren hacerse ricos sin mucho esfuerzo y fruto de esa sana costumbre y trasladándola a otros campos, apenas se molestan en practicar el noble arte del flirteo y la conquista amorosa. Para qué perder el tiempo. Por eso el gobierno de Estepaís, como el de los demás del orbe, han permitido que en cada una de las provincias existan varios burdeles gobernados por sendos proxenetas. El gobierno de Estepaís quiere que sus ciudadanos estén servidos cumplidamente y en todos los aspectos. Al principio va todo a las mil maravillas; los burdeles conceden todo tipo de servicios para los que han sido creados cumpliendo a satisfacción con las expectativas del gobierno, quien hace la vista gorda ante algunas prácticas dudosas de sadomasoquismo y maltrato. Nada que llame excesivamente la atención, excepto para el azotado. El negocio estaba llamado a ser redondo y los chulos comenzaron a nadar en la abundancia. Pero la avaricia es un monstruo insaciable de innumerables estómagos  y enseguida comenzaron a contratar más meretrices, algunas no demasiado agraciadas. En poco tiempo las feas y la crisis que se vivía en el mundo, alejaron a los clientes y los chulos comenzaron a preocuparse. Formaron un sindicato pidiendo ayuda al gobierno, quien, para evitar males mayores, accedió a subvencionarlos con millones de dólares. Las meretrices feas seguían en los burdeles y no había cura que las desease bautizar, sustrayéndole el trabajo a las guapas. El malestar era notable tanto entre los ciudadanos como entre los chulos y la preocupación del gobierno por una revuelta ciudadana que les privase del poder, era varias veces superior  a su sabiduría. Se empezó a rumorear que las meretrices feas tenían que abandonar los bonitos burdeles para ocultarse en otro burdel con menos luces para dar el pego. Los chulos, lógicamente, no podían permitir que su patrimonio fuese incautado gratis et amore. Del amore vivían. Como siempre que algo así ocurre comenzaron a circular una serie de consignas para ver cómo reaccionaba el rival. Los chulos, seguros de su papel en la sociedad, y de que aquello que pedían los clientes no tiene enmienda,  cavilan que el gobierno no podrá dejar a sus ciudadanos sin tan elementales servicios, por lo que en este instante se están organizando en Lobby  y se vislumbra con claridad que pedirán indemnizaciones millonarias  por separar a las chicas feas de sus hermanas las guapas, así como que le sean abonados los gastos de manutención y ocio, que por sí mismas no  podrán agenciar. Tan claro como la luna.


A veces preferiría ser viejo, para no tener deseos...

Orense a tantos de tantos.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Callejeros cantores.


Siempre me han sorprendido las hermosas entradas de Fjavier, la perfección de sus formas, la sorprendente delicadeza de su contenido; es por ello que intentando emularle, sólo he conseguido quedar en evidencia.
Debajo de mi lugar de trabajo se apostan diariamente toda clase de artistas callejeros y a veces, sorprendido por su calidad, me veo obligado a bajar aprovechando la hora del café y grabarlo con mi móvil (de última generación, que dios confunda). Os dejo el burdo resultado de este trabajo; los primeros artistas son dos croatas, ella triunfadora muchos años en la Tv de aquel país y él un miembro de la orquesta sinfónica. Se conocieron en España, viven en Lugo y recorren Galicia en un utilitario en el que duermen porque no consiguen ganar para pagar una pensión. Mientras tanto, como pasa en muchos órdenes de la vida, alguien se forra con la décima parte de méritos. Los segundos cantores, son dos tenores de los que no puedo dar referencia alguna. La tercera parte olvidadla, canta el vino sousón en una comida de confraternización con unos amigos, curas para más señas. Por supuesto me han dado su permiso.

Al margen de ello, os dejo una dirección para que echéis una mirada y votéis el horror del relato "El ánima peregrina".http://www.1000caminos.com/relatos_interior.php?edicion=2012&id=361





Orense a tantos de tantos.