viernes, 23 de marzo de 2012

La venganza de San Pedro.

                                 

Cuando los miembros de la Benemérita de Verín prendieron hace unos días a Raúl  P. S de 22 años, se sorprendieron de las facilidades que éste les concedió para su detención, como si lo estuviera deseando.

En el mes de dicciembre pasado, Raúl, en un acto de religiosidad sin precedentes a las dos de la madrugada, entró en la Iglesia parroquial de Santa María de Soutechao, en Vilardevós. Empujado por un irrefrenable sentimiento religioso y porque no  tenía llave de la Iglesia, se vio obligado a usar la fuerza para desahogar sus penas en el altar mayor. Una vez dentro, se fijó en una hermosa talla de San Pedro, que le miraba con ojos vidriosos y llenos de animadversión; haciendo caso omiso de la severa mirada, tomó la talla y salió de la Iglesia protegiéndola debajo de la chaqueta ; era invierno y helaba. Hace unos días,tres meses más tarde, apareció entre unos tojos y Raúl, con el alma destrozada se entregó a la Tercera compañía de la Guardia Civil de Verín. Al ser interrogado se vino abajo a la primera: " Estaba deseando entregar al San Pedro; desde que lo tengo, tuve un accidente de coche, perdí el trabajo, me dejó la novia y hace unos días me corté dos tendones. Este tío me miró mal."
No quiero yo defender al pobre Raúl, pero me parece a mí que San Pedro podría buscarse un enemigo de su talla.
Dice el paisano que encontró la imagen, que notó en sus ojos una sonrisa de satisfacción. Si va a resultar que incluso los santos son vengativos.


Orense a tantos de tantos.

5 comentarios:

  1. se ve que le dió mala pata el San Pedro, lástima
    saludos

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  2. Me parece a mí que San Pedro es un tipo con las ideas bien claras. El que la hace, la paga. Según estoy comprobando, a la hora de entrar en el Cielo, no hay Dios que sea capaz de sobornar a San Pedro, ni con dádivas, ni con trajes, ni con EREs, ni con nada. Creo que podría hacer Oposiciones a Juez.

    Buenas noches, Don Cesar.

    Antonio

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  3. Debería haber presentado Raúl una denuncia contra Simón Pedro por daños y perjuicios, tal vez también por prejuicios. Para que entendiese que le asiste el derecho de defensa y también el de propiedad, pero que se han de ejercer bajo estrictos criterios de proporcionalidad. Y es que no es de recibo que le arruine la vida en lo económico y en lo sentimental por el simple hecho de haber robado una copia de él.
    De todos modos, Pedro es la piedra que sostiene la iglesia y Raúl sólo un china en el zapato de la parroquia.
    Una delicia de entrada.
    Recibe un fraternal abrazo.

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  4. Si es que llevamos dentro de nosotros a nuestro propio juez y verdugo. Lo peculiar que caracteriza a este Raúl de tu relato es su incapacidad para comprar a ambos, sin duda hombre de conciencia limpia pero en conflicto consigo mismo, a diferencia de esos otros que habituados a la corruptela son capaces de vender a su propia madre a cambio de dos monedas y sin sentir la más mínima de las inquietudes, en la seguridad de que sólo otro juez y otro verdugo ajenos podrán rendirle cuentas. En algunos lugares incluso podrían proponer a Raúl para un alto cargo.

    Pobre San Pedro, tan ajeno y tan distraído.

    Abrazos.

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  5. Cada acción trae consecuencias. Hay que ser memo...
    Muxu bat
    Ram

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