viernes, 13 de enero de 2012

En píldoras.


Es conveniente que cambien los gobiernos para que hagan aquello que harían los salientes, pero a lo bruto.

Rodrigo, con sarcasmo, afirma que si bajando los impuestos se consigue agilizar la economía, se bajan. Y si no llega el nivel de agilidad, se bajan más, hasta que se consiga el propósito emprendido.


Tal vez un día escriba un libro, que ni se me ocurrirá publicar, sobre todas estas chorradas que se me van ocurriendo.
En píldoras.
De todos es sabido que los Presidentes de Gobierno tienden a dominar el idioma inglés tanto como a sus hijos adolescentes; más bien poco. De ahí que nunca me he creido que Rajoy haya prometido NO subir los impuestos. Lo que sin duda rajoy ha dicho es esto otro:

- ¿Subidas de impuestos? Never, Never, Never. (Cuando nieve).

Y ha nevado. De ahí sin duda el error.



                              Aquí es difícil que nieve. El Coloso lo impediría.





El dedo señala la bajada en la prima de riesgo y el necio mira la subida de impuestos.



El gondolero se columpia. No es el único



Escribe hoy Pilar Cernuda en su artículo de opinión que titula: Adiós a la Policía de Rubalcaba.

“….Una policía sobre la que han existido sospechas de que en algunos casos fue más allá en sus atribuciones que la que marcaba el juramento profesional, con un compromiso ideológico que sembró dudas sobre su obligada imparcialidad, que es lo peor que puede suceder a un buen policía o un buen juez.”

Hecho en falta alguna referencia a su profesión de Periodista.


                                                              A Illa.


Hubo un tiempo que apuntaba las frases más absurdas que pronunciaban los profesionales de la comunicación, pero dejé de hacerlo ante la avalancha de las mismas;  me restarían tanto tiempo que impedirían el desarrollo de mi profesión.
Ahí quedan dos como muestra:

“Llevan el capirote para ocultar su anonimato” Bien oculto queda.


“El río duplicó seis veces su cauce” supongo que pretendería decir que multiplicó por seis su cauce. No por doce.


En Orense a tantos de tantos.

5 comentarios:

  1. Don Cesar, publique Vd. ese libro, porque tiene en mí un lector garantizado. Y además, me lo compraré, omitiendo el deseo de que me lo regale.

    Sobre el Inglés de los Presidentes de Gobierno, piense Vd. que tienen bastante trabajo con aprender Catalán (y Gallego también) para practicarlo en la intimidad, al estilo de Aznar.

    Ayer escuché una buenísima por televisión. Dijo la Chacón:

    Estoy muy orgullosa de Rubalcaba.

    Pero, ¿qué se ha creído esa tía? ¿Qué Derecho tiene a juzgar a alguien que le más que duplica la edad y le triplica la categoría?.

    Y no es que ninguno de los dos sea de mi devoción, pero, puestos a escoger, la verdad, prefiero a Rubalcaba que, por lo menos, tiene Estudios Universitarios.

    Le envío un abrazo, amigo mío.

    Antonio

    PS.: Curriculum

    Obtuvo la plaza de profesor titular de Química Orgánica en el departamento del mismo nombre de la Universidad Complutense de Madrid. También trabajó en la Universidad de Constanza (Alemania) y en la Universidad de Montpellier (Francia). Sus trabajos de investigación se centraron en los mecanismos de reacción publicando una treintena de artículos científicos. Habla castellano, inglés y francés con fluidez, y tiene conocimientos de alemán debido a que trabajó en la Universidad de Constanza (Alemania).

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  2. La estupidez no es una opción, es una humillante obligación a la que nos somete con frecuencia (excesiva) nuestra limitada capacidad intelectual.
    El proceso se cumple, sin inocencia, entre el común de los mortales, es decir, aquellos que se ganan la vida con el sudor de su frente allí donde ésta esté.
    Los hay que habitan en ella, sin otra maldad que la de haberse extraviado un día hasta el punto de hallarla confortable a la par que estable.
    Hasta ahí todo normal, el peligro, por cierto, no señalizado, está en aquellos que han hecho oficio de ella. Esos que le habilitan espacios. Esos que la espacian y esparcen en el nombre del más alto valores.
    Digo todo esto, sumido en un profundo estado de estupidez y resignación, en la fe de entender, de alcanzar a comprender, de saber, para que la cabeza no me estalle y acabe oficiando de estúpido.
    Quiero decirte que leo tu entrada y te imagino sumido en esa angustiosa tarea, la de entender, la de querer entender, lo que no es más que lo que es, una estupidez, un profunda e inmensa estupidez. Sé que te gustaría que fuese de otro modo, que en el fondo buscas imaginar que lo es.
    Me estoy liando y ahí me retomo de nuevo en mi natural y carencial estado.
    “El dedo señala la bajada en la prima de riesgo y el necio mira la subida de impuestos.” La frase no tiene desperdicio, ojo, dentro y fuera de la ironía, irónico, ¿no crees?
    En fin amigo, recibe un fraternal abrazo.

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  3. Espero D. César que el Miño no se duplique ni siquiera por uno y siga Ud. disfrutando, a pesar de los pesares, de su magnífica ciudad durante este 2012. Tarde, mal y arrastro llego hasta su casa para desearle feliz año. Que los hados le sean propicios cuando publique su libro, que compraré con gusto.Un abrazo.

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  4. Un catalizador con el que atravesar irreversiblemente una frontera biológica. El lenguaje, posiblemente anterior a la razón y esencia de ella misma. No hay, no puede haber una realidad intelectual sin él, sólo un magma biológico donde acaso crecer.

    Más allá del poder inherente a una soflama para controlar el ánimo, la palabra guía al oyente por el sendero emocional que enuncia. El poder lo sabe y lo utiliza como una herramienta al servicio de esa realidad virtual que necesita.

    Dice Nájera en su decálogo para la resiliencia que el poder de la palabra es tal que debemos aprovecharlo por su cualidad curativa ante la adversidad hablando incluso frente el espejo en ausencia de un interlocutor válido.

    Realidad y lenguaje interactúan más allá de sus íntimos significados fascinando a cuantos observadores gustan de la arquitectura cartográfica del pensamiento.

    Disfruto de los tuyos, Cesar.

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  5. El lenguaje periodístico hablado o escrito siempre ha sido motivo de asombro por la cantidad de errores que son capaces de acumular, dejémoles estar. Pero el lenguaje político no es que yerre, es que miente. Como dice el dicho, si quieres saber cuando un político miente, mírale la boca: si la tiene abierta está mintiendo.
    Salu2

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