miércoles, 4 de enero de 2012

De la verdad, la puntita nada más.




La verdad es una cuestión delicada. Todos creemos poseerla, pero nadie la deja preñada. Es tan escurridiza que para encontrarla nos vemos en la obligación de  bucear  en varios medios de comunicación, contrastastando  todos sus matices. Lo que para un grupo editorial es un axioma de difícil contestación, para otro no es más que un bulo de cuartel.
Esta mañana, en mi media hora de café, he ojeado (y hojeado) un periódico de los que no suelo. Enseguida me he dado cuenta del plagio. Un dibujante, Máximo, me había plagiado una frase en una especie de chiste que resume, a mi juicio, buena parte de lo que sucede; un hombre le dice a una mujer:" ¿Cómo  salir de la crisis?"'; ésta, con todo el juicio de que disponen las mujeres le contesta: "Si se supiera, ya habríamos salido". Siempre he mantenido que estamos dando palos de ciego y me viene a la mente otro chiste de José Luis Moreno en boca del muñeco Rockefeller: "Debería gobernar el partido que pierde, porque en la oposición todos saben qué hacer".

En esta ocasión me matizaré a mí mismo; sí sabemos lo que hay que hacer, pero es muy costoso para quienes deberían hacerlo; por eso cargarán las tintas sobre quienes, como mucho, simplemente romperemos unos contenedores en protesta por toda la carga impositiva y de recortes de derechos que nos veremos obligados a soportar. Se irán de rositas quienes en verdad deberían pagar, ya sea perdiendo los beneficios adquiridos, ya sea con privación de libertad ( y perdiendo los beneficios especulativamente adquiridos)  por haber jugado con la esperanza de millones de personas que lo único que hacemos es intentar vivir dignamente, con las normas que nos imponen, abarrotando en el intento su zurrón.

Efectivamente, entre el capitalismo y el comunismo debería hallarse un sistema adecuado.

Orense a tantos de tantos.

5 comentarios:

  1. Genial idea la de que deberían gobernar los que pierden, porque siempre saben lo que hay que hacer, pero tenga Vd. en cuenta, Don Cesar, que, puestos estos últimos en el Poder, harían exactamente lo mismo que los otros: vivir ellos gomo marajás y hacernos a nosotros pasar todas las carencias.

    Convénzase Vd., amigo mío: Esto no tiene solución, porque el Poder corrompe, y el Poder absoluto corrompe absolutamente, como ya dijo alguien que de esto sabía mucho más que cuarenta juntos.

    Le envío un abrazo Real, hoy, día de Reyes.

    Antonio

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  2. Al primer interrogante, “se irán de rositas”, afirmó que sí, porque ellos son el rosal que hunde sus raíces en el humus financiero, ese que le permite crecer rabiosamente exuberante mientras a su alrededor los demás, arbusto desflorados, languidecemos no se sí con más carencias que necesidades o más necesidades que carencias.
    Se pueden podar, se pueden tronchar, pero la raíz sigue ahí para volver a florecerlos a la menor ocasión, que siempre la hay. Así el sistema que nos asiste con la bondad de un amable negrero, no te llamo esclavo, sencillamente te esclavizo en el nombre del progreso y el bien estar elevado a la categoría de Estado. Tremendo error, estar bien si es un estado, pero el Estado no es nunca un estado, ya sé que puede resultar contradictorio, poro no lo es, porque en él el ser y el estar pierden su esencia individual para integrarse en el cuerpo social, donde ni eres ni estas, y sin embargo cuentas dentro del estado de cosas que son de su propiedad.
    Entre el marxismo y el capitalismo deberían habilitarse espacios para la responsabilidad y el reforzamiento ético de los más elementales principios, esos que dan lugar a firmes y justos derechos. Un sistema político despolitizado y atento al mandato que imponga la razón en la tarea de dar cumplida y racional satisfacción a nuestras necesidades.
    De momento entono por lo bajines aquello de Mariano ten un peto maxico, en la esperanza de que finalmente sea Doraemon. No consuela, pero entretiene.
    Recibe un fraternal abrazo.

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  3. Yo también lo creo. En el mejor de los casos, los que deberían y podrían arreglar la situación se debaten en la tesitura de tener que nadar y querer guardar la ropa. Y ante la imposibilidad de tal afán terminan por quedarse con la ropa y tonto el último. Pero solución, haberla… hayla.

    Que más de la mitad del dinero está en paraísos fiscales es vox populi. Que el 60% de los fondos de cobertura se encuentran en paraísos fiscales y son los máximos responsables de la burbuja inmobiliaria, también. Que los paraísos fiscales se gestionan en un 80 % desde EEUU y en un 20 % desde Londres, pues también. Que existen alimentos como para dar de comer al doble de la población mundial, por supuesto. Etc.

    No hace falta ser un Boyle Mariotte ni un Gay Lussac para dar forma a la ley que rige la ambición perfecta.

    Somos un cuerpo, o ponemos límites a la pobreza y a la riqueza o pereceremos ante la pandemia de la viruela financiera, nada puede frenarla salvo vacunarnos con la higiene de una globalización basada en la dignidad.
    Podemos empezar por no comprar en Carrefour, sino en el agricultor de la esquina.
    Por un suponer.

    Saludos.

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  4. Ave César!!

    Me da a mi que el Capitalismo (con todas sus diferentes denominaciones desde el origen de la civilización) ha gozado de innumerables segundas oportunidades, mientras que al pobre Karl Marx aún no se le ha dado ni una, a no ser que piense Usted que Stalin, Mao y el Rey de Korea fueron adalides de su causa.
    Y como entre el Capitalismo y el Comunismo sólo está la Socialdemocracia socialfascista de la que nos acabamos de librar...temporalmente, yo, sin lugar a dudas, me quedo con el Comunismo que pueda surgir de una Democracia Participativa capaz de enfrentarse, al estilo islandés, al veneno Capitalista.

    Le reto, D. César, a que rebata este pensamiento de Carlos Marx publicado a mediados del siglo XIX:

    “El sistema de crédito, cuyo eje son los supuestos bancos nacionales y los grandes prestamistas de dinero y usureros que pululan en torno a ellos, confiere a esta clase parasitaria un poder fabuloso que le permite, no sólo diezmar periódicamente a los capitalistas industriales sino inmiscuirse del modo más peligroso en la verdadera producción, de la que esta banda no sabe absolutamente nada y con la que no tiene nada que ver. Las leyes de 1844 y 1845 prueban el creciente poder de estos bandoleros, con los que se alían los financieros y stock-jobbers (especuladores bursátiles)”

    Karl Marx, “Las finanzas capitalistas”.


    Si no ha podido, no le desprecie. Si estima que acertó en su análisis, dele la oportunidad que merece.

    Saludos!!

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    Respuestas
    1. Esta frase de mi madre es muy representativa: Si ahora saben todos lo que hay que hacer ¿por qué no lo hicieron cuando pudieron? Y es que, como bien dices, las medidas impopulares mejor se proponen desde fuera del poder que desde dentro puede que molesten y haya que dejar el poder a la siguiente vez.
      Salu2

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