lunes, 27 de diciembre de 2010

Música de despedida.




Debido a imponderables de trabajo, por culpa de un cargo de responsabilidad para el que he sido requerido, he de dejaros por un tiempo, no sin antes agradecer emocionado vuestra amistad que he sentido tan cercana como si fuese real. La vida sigue y tal vez, antes pronto que tarde,  podamos vernos de nuevo. En lugar de farfullar unas palabras he dispuesto-perdonadme por el atrevimiento-un video con la música de HDC, grupo que me ha sido muy querido, y una pobre edición propia. Os deseo toda la felicidad para estas fiestas y para el resto de vuestras vidas.


Orense a tantos de tantos.

6 comentarios:

  1. Que bonito el video y con esa canción...emocionante.

    Menudo disgusto tengo encima, pero bueno te deseo lo mejor, y que tengas suerte.

    Bicos

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  2. Sabía de la gravedad de la situación por la que atraviesa está nuestra gloriosa Nación de naciones, pero no ha sido hasta el día de hoy cuando he sentido el vértigo cósmico a que nos aboca el inmenso desagarro por el que nos precipitamos, y que ha obligado a las más altas instancias del Estado a recurrir a los durmientes, a los verdaderos capitanes del pueblo, a esos cráneos privilegiados capaces de tomar los timones de este pueblo para enderezar con sus manos firmes y firmes voluntades los rumbos de nuestros destinos.
    Tú sacrificio, estimado amigo, no será en vano, te recordaremos lejos de la hoguera donde finalmente purgaras las culpas de tamaña heroicidad. Serás santo y seña, y también bandera de los desheredados y hombres de bien. Nuestro agradecimiento se alargara en la noche de los tiempos para que tu memoria prevalezca como el laborioso fanal que ha de iluminar los siglos venideros.
    Te perdemos contritos de dolor en lo cotidiano para ganarte en lo universal.
    No me resta sino desearte la mayor de las suertes, que es la mía, que es la nuestra, que es la de todos, porque a día de hoy a todos representas como la exquisita flor que eres de la más alta esencia de la humanidad.
    ¡Animo presidente!
    Recibe un fraternal abrazo.

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  3. Estimado Jose Alfonso, tus palabras, siempre sentidas, hacen que se me haga más difícil este duro tránsito a la cosa pública. En cuanto tenga la más mínima oportunidad, no lo dudes, te reclamaré para uno de esos puestos al que a buen seguro podré acceder, a fin de que los duros tiempos con los que peleamos se hagan más llevaderos en amistad y poesía. Y para que redondees con la seda de tus palabras las aristas de la política y la acerques a la gente, dolida y desencantada de la lucha cotidiana.

    Sonrío agradecido ante tu grito de ánimo!

    Mis más sentidas gracias!

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  4. Dña Nazaríes, no sufra usted, es mi obligación y no tengo más remedio que aportar mi granito de arena a la comodidad de mi futuro..

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  5. Pues también me debato yo, amigo César, entre sentimientos encontrados.

    Por supuesto que prima mi deseo por su felicidad.

    Sin embargo, creo que, al margen de la falta de tiempo que algunos cargos provocan, su nueva actividad, por noble y grande que sea, no debería de ser incompatible con alguna breve visita a estos espacios donde nos tiene acostumbrados a su fina ironía. De la misma manera que la seriedad formal que la política impone no debería restarle ni un ápice de su proverbial y cálido humor.

    Que la actividad pública y los consabidos ciudadanos se enriquezcan de sus cualidades sin que nada de ello perturbe su serenidad e inteligente sentido de la realidad.

    Seguro que su talento lo hará posible.

    Con mis mejores deseos, amigo mío. Un fuerte abrazo.

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  6. Ya ves, amigo Fjavier, que también he atendido tus razones. Heme aquí de vuelta de tan corta aventura. Inocente de mí que creía poder soportar las envestidas del Poder; no ha sido así, aquello es insoportable en el día a día, que es lo que nos toca vivir a quienes no podemos zamparnos los días por semanas.
    No me hagas mucho caso. Sigamos pues en la búsqueda de la verdad, que debe andar por ahí en alguna parte.
    Saludos!

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