lunes, 12 de abril de 2010

Caballo Blanco

Agradezco a Aurorainés el premio  que de nuevo me ha cedido. Se ve que está dispuesta a hacer de mí un bloguero de provecho. Gracias, amiga mía.


                                                                                                                                   





Cuentan que en un país lejano con gran tradición apostadora, había una vez un caballo, casi bayo, aligerados sus tonos amarillentos, que no tenía rival en la pista.
Todos los jockeys del mundo pugnaban por subirse en sus lomos y cuántos lo hicieron salieron siempre triunfadores. Caballo y jockey unían de tal manera sus virtudes, que al instinto corredor del blanco animal se unía la sabia dirección del humano. No se sabe bien quién llevaba a quién, pero a veces el animal abandonaba el carril de tierra para pisar el césped, robando metros a la carrera al borde de la descalificación. Algunas veces con peligro para los apostadores que se apoyaban en las vallas siguiendo la carrera al milímetro.  En algunas de ellas hubo daño para los apostantes, pero el caballo ganó, los heridos eran menores y fuese y no hubo nada.

Los  magnates de la prensa equina ensalzaban las grandes virtudes del noble animal, propugnando que en el final de su carrera su semen fuese donado a la ciencia a fin de crear una nueva raza o al menos conservar ésta.

Sin embargo el caballo, que cambiaba a menudo de hockey, se fue creando enemistades entre los dueños de los demás caballos. Sus carreras eran vigiladas por ojos entre asustados y celosos. Su fama crecía día a día y el bruto se pavoneaba por las pistas con suficiencia y orgullo.

                                                          Foto: Maria Angelita.

Y en una de ellas, cometió el error de acercarse a la valla en donde apostaban personas de gran poder. Muchas, faltaba el Cristo del Gran Poder únicamente. Azuzado sin duda por su instinto corredor se acercó demasiado llevándose por delante a grandes personajes y mientras se iban al suelo, de sus bolsillos salían todo tipo de documentos, de apuestas falsas, de maletines sin fiscalizar y de toda suerte de latrocinios. Se hizo un gran silencio entre el público, dividido abiertamente entre la astucia arriesgada del caballo y el amor a las normas de la carrera.

La tragedia se mascaba, esos caballeros no eran de los que se quedaban quietos. Al día siguiente en la crónica de “El Jinete impávido” se podía leer una entrevista con uno de ellos: “Ví claramente como del culo del caballo salían todos aquellos papeles. Es inadmisible. Hay que parar esa vergüenza” Otro, en clara referencia a la torpeza del animal afirmaba en la portada de “La Albarda de Oro”: “El caballo pasó a pocos milímetros de mi cara; su vaho era de la cosecha del 95 claramente. Es una ignominia que se permita competir con alcohol en el cuerpo”

En todas las revistas especializadas se podían leer comentarios similares; alguna voz, bajita, recordaba el gran espectáculo que siempre había proporcionado el caballo y cómo nadie levantó un dedo acusador cuando, hábilmente manejado desmadejó a una tupida panda de apostadores ilegales rozando la cal de la pista justo tocando la hierba.



Dicen que la venganza se sirve fría. A la ira de los caballeros se unió el silencio aquiescente de los antiguos jockeys relevados que junto con los celos de los demás dueños de los caballos crearon un caldo de cultivo que no deparaba nada bueno para el caballo blanco. Y por fin todos de acuerdo en algo. Las rayas son sagradas.

Un día apareció en su cuadra, sin una pata. Sus días de carreras habían quedado atrás.

Orense a tantos de tantos.
                                                                                                                            
Foto: Juan Carlos ca.

24 comentarios:

  1. Ummmm... la cochina envidia, si es que todos participamos, mucho o poco en ella... supongo que al pensar en el caballo, estás pensando en alguien en concreto, a modo de parábola...

    Enfin, si el caballo es bueno, hasta sin pata retoma el trote!

    Besos desde el abismo

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  2. Caballos mancos, de esos estaos necesitados, caballos ajusticiados por hacer justicia desde la nobleza de su instinto y su instintiva inteligencia. Ocurre que nuestros caballos no arriesgan desde la generosidad sino desde la mera ambición. No buscan ganar para ser lo que de ellos se espera sino para ser como los que apuestan siempre a ganador. Quizá es por eso que cuando algún día amanecen con una pata amputada no sintamos tanta por ellos tanta pena y rabia como para vengarlos, sino que lo veamos como un acto de injusticia más en sus injustos quehaceres.
    Digo esto, apartándome, seguro, de tu intención a la hora de escribir el relato, pero no he podido evitar que las andanzas del caballo bayo aclamado y posteriormente vapuleado me recuerden a muchos de los personajes de nuestra vida política y social.
    Me apenan, eso sí, los humildes caballos que faenan días tras día lejos de la fama, en el más absoluto anonimato, y lo hacen con honestidad, tanta que un día alguien les corta una pierna y no son merecedores sino de un recuadro en los diarios, donde al crimen se le califica accidente laboral.
    Tu caballo bayo es pura metáfora, una invitación a reflexionar sobre el poder y los poderosos, sobre la mentira y la engañosa verdad con que se miente en ese mundo en el que vales lo que le vales.
    Recibe un fraternal abrazo.

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  3. ¡La corrupción en este país no se acaba nunca!
    Ironía y retranca; y muy buena, la suya.
    Unha aperta.

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  4. Hola Cesar, gracias por tu comentario, lo que yo digo “que todos tenemos un Ala rota”
    Un super beso

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  5. Agitas la envidia, le mezclas una parte de razón, dos partes de ley y tienes un cócktail maravilloso de navajas afiladas. Y el Abismo a dos pasos..

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  6. Me embargan sentimientos contradictorios,amigo Jose Alfonso. Por una parte mi absoluta fidelidad al derecho y a las normas legales que están plenamente de acuerdo con tu comentario y por otra parte la sensación de "espera y quita" que se adivinaba en todas las galopadas. No soy hombre demasiado necio que no comprenda que la ambición personal domina la mayor parte de las acciones de algunas personas; por eso, como bien dices, la pena es llevadera. Pero en mi fuero interno no dejo de sospechar que todos alguna vez nos hemos aprovechado de la ambición de otros en nuestro provecho aclamando a la ley cuando nos conviene.
    La intención de mi escrito no es más que dar salida al subconsciente, quedando el consciente casi completamente de acuerdo con tu comentario.
    Por eso un día dejé dicho: para el caballo toda la ley, pero sólo la ley. Y créeme que me acordé de un comentario tuyo (maldita memoria) en donde decías que no buscamos justicia, sino venganza..
    Mi homenaje también para esos mulos que día a día hacen su trabajo sin más recompensa que su humilde salario.

    Saludos muy cordiales..

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  7. Esperanza, hipocresía diría yo. Queremos una cosa y pensamos otra. De todos modos es bueno que el imperio de la ley llegue a todos, es una garantía.

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  8. Africa, insisto en que debemos sacar el máximo provecho de cada momento. No envidio a quienes viajan permanentemente en AVE, porque no tienen ni tiempo de observar el vuelo sereno del gavilán. Puedes hacerlo tranquilamente viajando en calesa, algo menos cómoda pero más tranquila...
    Simplemente cuidado con los baches..

    Cuidate.

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  9. D. César, ¡qué magnífica parábola! Se la envío a Sabater, por aficionado, y a Garzón por si tiene curiosidad por el mundo de los caballos.

    Nunca me han gustado las carreras a pesar de ser un enamorado de los caballos. Para usted toda mi gratitud y mi afecto, amigo mío.

    No lo consideren apología. Estoy en total desacuerdo con ellas, pero existen. Están ahí, viven en muchas familias de todo el mundo. Es un grupo que aunque ligado a la belleza, sin embargo, aterra. Son las Princesas.

    Princesa, Ana&Mia, Wanas, caníbales de sus cuerpos

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  10. Que triste y enternecedora historia la del pobre caballito, con lo que me gustan a mi. El final me ha destrozado, mira que si ahora les da por hacer la versión equina de buscarle las tres patas al banco??? Lo que no entiendo, llámame tonta, es eso de ParaBola de los comentarios, no me digas que compaginaba lo de ser corredor con cancerbero, caray con la maldita crisis!!! si es que hasta los caballos han tenido que apuntarse al pluriempleo.

    Ahhhh... y NO, no soy rencorosa, andaba de retiro, y SI, aciertas no era precisamente espiritual.

    Besossss

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  11. Me dejas un dolor en el corazón..Que triste final...

    Besos

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  12. ¡Si los caballos hablaran!...Son hermosos, inteligentes, nobles...

    Te dejo un abrazo muy sereno, silencioso y canela,
    Naia

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  13. No habría expresado mejor la situación actual ;-)
    ¡Gracias, César!
    Muxu bat

    Ram

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  14. Emocionante y triste historia, me encantan los caballos, al igual que Galicia.

    Un saludo

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  15. Emocionante historia.Me encantan los caballos al igual que Galicia

    Un saludo

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  16. Tonta, I,am, parábola: "Narración de un suceso fingido, del que se deduce por comparación o semajanza, una verdad importante o una enseñanza moral"
    Si tienes envidia de que el Sr.Francés me conceda el honor de pensar que mi narración es importante, se siente!(Es el el único, claro, se ve que me aprecia).
    Veo que ni con las vacaciones se calma el carácter!

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  17. No es mi intención causar nada en su corazón Sra Ballesteros, uno ya está mayor par eso!
    Como bien dice el Sr Francés, aunque no lo entienda Dña I,Am, es una parábola, una cosa que no existe, vamos! No sufra..
    Saludos!

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  18. Efectivamente, Nahahya, si los caballos hablaran dirían cosas más interesantes que muchos humanos..Hay otros que da gloria oirlos, eso es verdad...

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  19. Ram! Ya te vale de vacaciones, no?
    A ver si nos ponemos a trabajar...

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  20. Las historias tristes suelen ser emocionantes, Nazaríes.
    En cambio Galicia es cada vez más alegre, sí. Tal vez nos hayamos conformado que es una manera de sabiduría..
    Me alegra verla..

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  21. Hola César, hay un premio para vos en mi blog.
    Un abrazo

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  22. D. César, con mi abrazo y mi preocupación. Gracias por estar allí y aquí, amigo mío.

    "El hastío derivado de la roma política nacional ya venía siendo inmenso. Ahora es infinito. El adolescente campus party de la Complutense fue un salto atrás hasta los setenta. Una cabriola antifranquista sin Franco. También una olla podrida de ideas caducas y totalitarias..."

    UGT, CCOO y Villarejo, reparten títulos de fascista en la Complutense

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  23. Mi querido Sr. Francés, no soy susceptible o pensaría que intenta usted decirme que ando en las campanas y en la procesión..No tal,amigo, simplemente que las cosas de juzgar no son siempre como queremos que sean y hay que hilar muy fino, teniendo eso sí, siempre presente el respeto por la ley, bien absoluto a la que todos nos debemos. La justicia ya es otra cosa, sueles obtener más justicia a medida que tienes más medios para buscarla, pero ese es otro debate.
    Sabido es que han de cumplirse tres premisas para que se haga justicia: tener razón, saber exponerla y que te la concedan.
    Así que ya lo sabe usted, me tendrá siempre de parte de la ley, no queda otra!
    Y que se cumpla, pese a quien pese.

    Mis saludos cordiales y paso esta respuesta a su blog..

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  24. Disiento, D. César, elegir entre puta y prostituta no importa, la palabra es indiferente, sólo cuenta la dulzura o maldad con que se exprese.

    Un cálido puta puede ser mil veces más tierno que un despectivo prostituta. Lo de su amigo el cura, es maravilloso, permita que lo utilice alguna vez, ¿puedo?

    No, D. César, no tengo nada que objetar de los comentaristas de esta casa. Al contrario, me hacen feliz, me acompañan y nos reímos juntos hasta en los peores momentos. ¿Qué más se puede pedir?

    Pero me ha hecho gracia que han diseccionado el comentario de Dª Nazaríes bajo una lupa de mil aumentos.

    Al mismo tiempo, reconozco que las exquisitas entradas de la Doña merecen mucha más atención que las mías.

    Para usted, y para ella, mi más sincero afecto, amigo mío. Es un lujo contar con ustedes dos. Y, usted sabe que sus comentarios, D. César, siempre me aportan la serenidad de la reflexión más profunda.

    Por cierto, antes de que lo olvide. Respecto a ese amigo con el que almorzó, ¿fue porque anda usted metido entre fogones? Disculpe la curiosidad pero nunca he sabido a qué dedica el tiempo libre, broder.

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