lunes, 16 de noviembre de 2009

El vaso medio vacio

Cada mañana se levantaba tiritando de frío. Sus almibarados ojos, entristecidos por las dificultades de su miserable vida, apenas conseguían abrirse temerosos de la luz que entraba a raudales mezclada con mechas de viento helado.
Se acurrucaba, sentado en la cama, la manta sobre los hombros, observando la luna vacía de su calcetín de lana, por la que asomaba, perezoso, un dedo que mecánicamente olvidó ahogándolo en el zapato de goma despegada. Nadie que hubiese nacido en sus condiciones podía aspirar a más, pensaba mientras buscaba con la mirada dormida, entre las ropas del suelo alguna prenda. Sería pasto de empresarios sin escrúpulos que le explotarían sin piedad, extrayendo día a día trozos de su alma que debidamente mercadeados incrementarían su patrimonio (el de ellos), allanando su voluntad que quedaría atrapada entre los acompasados ritmos de la máquina de troquelar. Jamás osaría dirigir sus ojos a los ojos de Rosita. Nunca podría acariciar el marco de ellos.
Dudaba entre desperezarse o quedarse entre las mantas descolocadas que cubrían un irregular colchón de lana. Iba a tumbarse cuando oyó su voz que gritaba desde el patio ¿Todavía en camaaaaa…?
La voz de Rosita, que le acompañaba a la escuela cada día, era su desayuno y mucho más tarde se percató de que aquella voz hizo más por él que cualquier maestro de dura y callosa mano en su cara que hubiera podido tener. Cuando la oía, se paraban las troqueladoras, y la luz era cálida y los ojos se abrían y los dientes dejaban de castañear y todo le parecía posible, siempre que fuese capaz de retirar la manta y dar un paso fuera de la habitación.


Orense a tantos de tantos.




Illa de Arousa.

4 comentarios:

  1. Es curioso como las mas duras circunstancias que nos sucedan en la vida, pueden suavizarse de tal manera que parece que han desaparecido cuando oimos ... leemos... a la persona que nos interesa. Lo peor viene cuando se apaga la voz... sino somos capaces de seguir nosotros solos...
    Gracias Cesar, por mostrarnos el vaso desde las dos perspectivas.
    Besitoss

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  2. Me encanta leer e imaginar todo lo que relatas! un placer.
    Y si soy una mujer rara amante del futbol y la Filosofia, he aqui una de las razones en las cuales justifico "la pelota no se mancha" :)
    Saludos

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  3. Sweet, efectivamente siempre hay varias formas de ver las cosas y casi siempre, siempre, somos nosotros solos los que elegimos a cual debemos obedecer.
    Demonios, acabaré haciendo un blog de consejos!!
    Vade retro!

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  4. Sil, tienes que saber que por el lugar donde vivo trascurre un río, que se llama como tú..Sil. En sus laderas se produce uno de los vinos más escasos, por la dificultad de su orografía. En algunos lugares, sólo se accede a través del propio río, en otros se bajan las uvas mediante un cable, al estilo de "Los niños del cable, de Colombia" ¿qué porqué te digo todo esto? No lo sé la verdad...quería presumir un ratito..
    Saludos!

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